Mis mejores amigos, Miguel y Laura, van a dar a luz a nuestro querido Samuel, que no le tenemos pero ya tiene más pares de zapatos que yo.
En un fin de semana de puente, visité con mi amigo Alberto a los futuros papás y pudimos ver que la criatura tiene TODO, de TODO y dos veces. Nos preguntamos los de la pandilla ¿qué le regalamos al bebé? evidentemente nada, porque el pobre no tiene ni idea de la vida y además tiene unos primos que le han provisto de todo. Y cuando digo que tiene más pares de zapatos que yo, me refiero a todos los pares de zapatos que yo haya podido tener durante toda mi vida, incluyendo en esta categoría los escarpines de navegar y las chanclas de goma de la playa.
En definitiva que hemos optado por el regalo a los padres, mucho mejor, en una conversación bastante curiosa llegamos a esa conclusión. «Yo no quiero más utensilios de cocina», dice Miguel. «Muy bien pues os vamos a regalar un vaso batidor para las papillas». Y así se ha quedado la cosa. 😀
Por cierto, me hace mucha gracia este anuncio
¿Cómo dices?