Ayer después de una mañana enterita de mudanza, cosas arriba cosas abajo, cargamos mi coche de ropa y otros artículos necesarios para este tiempo indeterminado de estancia en Cádiz.
Como unos moritos que pretenden cruzar la frontera desde Francia…así veníamos nosotros dos y el gato.
Los últimos días en Córdoba han sido bastante completos, despedida de la familia, mis padres que estuvieron allí para recoger cosas que traer y despedida de los vecinos. Todos con una gran pena.
En mi caso, me voy con la ilusión de que algo saldrá de que las cosas mejorarán, pero lo cierto es que cuando venía de tirar la última bolsa de basura y la casa ya estaba completamente vacía, me dió pena.
Anoche nos llamaron varios vecinos para saber qué tal el viaje y todos nos comentarios que no habían salido a la terraza en todo el día para no ver el vacío que habíamos dejado.
Tristecillo esto…
Aquí, en Cádiz, estamos tratando de recolocar mi cuarto y recolocarno nosotros.
Hoy hace sol, un día bueno y hay mucho por hacer en muchos aspectos. Estoy optimista y no quiero que esto decaiga.
Besos a todos.
¿Cómo dices?