Debo estar menos joven, porque tengo un gran problema de cervicales. Menos mal que es sólo eso, cervicales, porque he estado sufriendo unos mareos que no me parecían nada normales.
Como tampoco me parece normal el acceso a Fitur que he tenido que sufrir estos días. El primero, porque decidieron que era el día perfecto para enseñar a los azafatos/as para que te hicieran las inscripción y segundo porque aún no sé cómo permiten excusiones de viejos en los días de profesionales. Excursiones que entorpecen el poder llegar de un pabellón a otro, carritos con los que te das en las pantorrillas, en definitiva, un calvario. Lo mejor, la responsable del stand en Valencia, que me dice que se han quedado sin merchandising para el resto de la semana un JUEVES. Sólo bastaba ver como las azafatas del stand de castilla la Mancha rellenaban cubiletes con piruletas y los abuelos se las llevaban a puñados de una vez.
Yo considero todo eso un gran abuso, porque además cada abuelo y a veces no tan abuelos que te están pidiendo cosas, te piden varias ¿para qué señor o señora? No lo sabemos, pero supongo que la vida cuando uno llega a mayor debe ser muy aburrida y claro, lo más arriesgado que te puede ocurrir es que te lleven a Fitur y llevarme todas las piruletas creyendo que no me ve nadie, ni la pobre azafata que no cabe en su asombro.
Dicho esto… me voy a dar un paseo con mis agujetas a ver si la espalda se me va destensando.
¿Cómo dices?